miércoles, 30 de julio de 2008

La marihuana, ¿un arma contra la obesidad?


“Cultivar mariguana es querer estar como un figurín” (Abel Desestress)

El principio activo más importante de la marihuana, el tetrahidrocannabinol (THC), tiene, entre otros efectos, la propiedad de estimular la sensación de hambre y, por ende, la ganancia de peso, lo que resulta útil para algunos enfermos, como los pacientes de sida. Pero el cannabis contiene otra sustancia, denominada tetrahidrocannabivarina o THCV, que tiene precisamente el efecto contrario para contrarrestar al THC: inhibe el apetito y, por consiguiente, podría convertirse en el futuro en un arma de peso en la lucha contra la creciente epidemia de obesidad, sin los efectos secundarios que provocan los fármacos comercializados contra este problema.

El compuesto sólo funciona aislado del resto de sustancias de la planta
Esta es la tesis que sostiene el investigador Roger Pertwee, de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), que ha defendido en las últimas semanas, en dos congresos científicos (el de la Federación Europea de Sociedades Farmacológicas y el de la Sociedad Internacional de Investigación de Cannabinoides), los resultados de sus investigaciones en este sentido. Su trabajo se refiere sólo al compuesto THCV una vez aislado, y no al cannabis como tal, que es la droga ilegal más consumida y comporta, al margen del problema de la adicción, un mayor riesgo de sufrir problemas de memoria, trastornos de la personalidad, arritmias cardiacas, cáncer, y psicosis y esquizofrenia enpersonas predispuestas.

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