Muchos piensan que el Alzheimer se arregla sólo con una pastillita, pero es algo muy diferente. Por eso ahora no hablamos de enfermos, sino de afectados: los pacientes y sus familias". Lo dice uno de los cofundadores de la Asociación de Lucha contra el Mal de Alzheimer, el terapeuta ocupacional Roberto González.
El próximo domingo 21 es el Día Internacional de la Enfermedad de Alzheimer, que afecta al 8 por ciento de la población mayor de 65 años. Sin cura disponible aún, los especialistas están buscando a las familias como aliadas para enfrentar el tratamiento contra la demencia más frecuente.
"El centro de la atención médica sigue siendo el paciente. Pero ahora sabemos que si no cuidamos también a los que cuidan diariamente a los pacientes, estamos en problemas", afirma el neurólogo Raúl Arizaga, que preside el grupo de investigación de demencias de la Federación Mundial de Neurología.
La estrategia consiste en que los familiares comprendan bien de qué se trata la enfermedad, sus síntomas y su tratamiento. Después, pueden poner en práctica diferentes actitudes y comportamientos que los ayudarán a aceptar y convivir con el Alzheimer. "Si los cuidadores se informan y aprenden a manejar la enfermedad, previenen su propio deterioro físico", asegura Arizaga.
"Los cuidadores suelen abandonarse a sí mismos, o simplemente no saben cuándo pedir ayuda. Pueden ser la segunda víctima del Alzheimer o la víctima escondida: pueden sufrir estrés, depresión o infartos", señala Facundo Manes, director de INECO y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro. Es recomendable que los familiares se realicen también chequeos médicos y que vayan a grupos de autoayuda.
viernes, 19 de septiembre de 2008
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